La alimentación a los 40 es una cuestión que no debemos pasar por alto. Todos habremos notado que al llegar a esta edad es mucho más fácil coger peso y que pueden empezar a surgir problemas óseos o en la piel. ¿Qué está ocurriendo? Lo creas o no, de la misma manera que tu forma de pensar ha madurado, tu organismo también ha cambiado. Se nos olvida un hecho fundamental. Aunque la actual sociedad permite que nos sintamos ancianos a partir de los setenta u ochenta, lo cierto es que nuestro organismo es cabezota y comienza a envejecer siguiendo los dictámenes de nuestra biología en los últimos doscientos mil años: a partir de los 30 el cuerpo empieza a volverse viejo. El nivel de hormonas sufre un cambio radical. En las mujeres, por ejemplo, el estrógeno y la prolactina disminuyen. Esto ralentiza el metabolismo, aumenta la acumulación de grasa y produce cambios en la piel.
¿Cómo cuidarse a partir de los 40?
Una de las maneras en las que mejor podemos ayudar a nuestro organismo es realizando una comida saludable. El aporte de nutrientes y antioxidantes equilibrará los desajustes que la edad comienza a disponer en nuestro organismo.
1. Mejorar la hidratación
Deberíamos empezar por aumentar el consumo de agua o de infusiones naturales, sin azúcar ni edulcorantes. Esto mejorará la hidratación del cuerpo que presenta mayor riesgo de deshidratación a partir de los 40.
2. Disminuir el consumo del café
Esta bebida interrumpe la capacidad de absorción de calcio del cuerpo y aumenta la tensión arterial. Deberíamos limitar el consumo a máximo dos cafés diarios.
3. Eliminar de nuestra dieta las bebidas gaseosas azucaradas
Estos productos, incluidos los llamados zero o light, producen un importante estrés en nuestro organismo creando gases, acidez y empeorando la salud de nuestra microbiota intestinal. El buen estado del aparato digestivo es fundamental, ya que es a través de él que asimilamos los nutrientes y vitaminas que necesitamos para restaurar el bienestar de nuestro cuerpo.
4. Aumentar el consumo de alimentos saludables y ricos en vitaminas y antioxidantes
El pilar de la dieta a los 40 deben ser las frutas, las legumbres y verduras, todas ellas con abundante fibra, minerales y vitaminas. En este sentido, el consumo de frutas y verduras ecológicas garantizará el aporte de los nutrientes esenciales en unas condiciones óptimas. Hay que huir, sin embargo, de productos procesados como los fiambres o la bollería que llenan nuestro cuerpo de grasas saturadas y azúcares de mala calidad.
Cumplir los 40 nos obliga a alimentarnos con una mayor atención y cuidado aportando a nuestro organismo justo aquello que más necesita y evitando los productos que no puede procesar de forma adecuada.
En Beplus somos conscientes de esto y todos nuestros platos preparados están pensados bajo los principios de ser naturales y ecológicos respetando las necesidades de tu cuerpo. Productos sabrosos pero fácilmente asimilables. Justo lo que la alimentación a los 40 necesita. Así que recuerda, ponte al mando de tu nutrición y comienza a consumir lo que es más adecuado para ti.