Si estas leyendo esto es porque seguramente quieres llevar un estilo de vida saludable, pero en el trabajo te encuentras con diversos problemas, como las prisas o la falta de opciones saludables.
Sin embargo, hay opciones y maneras de comer sano en la oficina. Aunque tienes que estar preparado para los retos que eso supone, como ir a la maquina expendedora, tu compañero que te ofrece ir a tomar un café con pastar a media mañana o ese cumpleañero que trae un enorme pastel azucarado para celebrarlo.
A continuación, os damos una serie de consejos para romper con los malos hábitos y empezar a vivir de manera más saludable:
1. Estar convencidos.
Tomar conciencia y encarar el tema con alegría hará el cambio de alimentación más llevadero.
Al principio, será muy interesante anotar todos los logros y resultados, estamos seguros de que cada día estarás más y más orgulloso de todo lo que estas consiguiendo y acabaras convencido de que esa es la nueva vida que querrás tener.
Lea atentamente las etiquetas de los alimentos y, preferiblemente, elija los productos con etiquetas más cortas y fáciles de leer.
Comer sano no tiene porque ser algo complicado, puede ser difícil al principio, pero sólo necesitaras algo de tiempo para poder acostumbrarte a los nuevos hábitos.
2. No saltarse el desayuno
Comienza el día con un desayuno nutritivo y saludable, cargarás las pilas y estarás lleno de energía para afrontar un nuevo día en tu puesto de trabajo.
Tu cuerpo y cerebro funcionará mejor y ya no sentirás la llamada de la máquina expendedora.
3. Tener comida saludable siempre cerca.
Para combatir los ataques de hambre, debemos tener un cajón del escritorio lleno de snacks saludables, bajos en calorías y nutritivos, como frutos secos, fruta, trocitos de zanahoria… o cualquiera de nuestros Smoothies Be Plus que tienen menos de 100 kalorias y están compuestos por ingredientes nutritivos y saludables.
Es importante que tengamos la comida fuera de la vista o nos sentiremos tentados a comer.
Además de esto, debemos estar muy bien hidratados. Durante el día debemos beber al menos 1 litro y medio de agua. Comienza al día con una botella grande de agua y haz un esfuerzo para terminarla al final del día.
4.Planificarse con anticipación.
Una buena manera de poder controlar lo que comes es tener una buena planificación de comidas de manera semanal. Esto nos hará ahorrar mucho tiempo y dinero.
También es interesante, preparar las comidas la noche anterior.
5. Mantente en movimiento
El trabajo sedentario pude ser duro y no es un buen aliado para un estilo de vida saludable. Pero esto no queda aquí, hay pequeños esfuerzos que se pueden realizar para mantenernos activos y en movimiento en nuestro lugar de trabajo: por ejemplo, podemos usar las escaleras en lugar del ascensor o salir del transporte público una o dos paradas antes de nuestro destino.
Además, una vez se haya terminado la jornada de trabajo podemos buscar alternativas como los gimnasios para hacer ejercicio. Busca uno cerca de tu trabajo para quitarte todo el estrés y convence a algún compañero para que se apunte contigo, así podréis compartir experiencias, intercambiar recetas y finalmente: conseguir la mejor versión de vosotros mismos.